TikTok se convirtió en un espacio central para hablar de salud mental, especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, no toda la información que circula en la plataforma es confiable. Una investigación publicada por The Guardian el 31 de mayo de 2025 advierte que más de la mitad de los videos más populares bajo el hashtag #MentalHealthTips contienen desinformación o son poco útiles para quienes buscan orientación profesional.
El estudio se centró en los 100 videos más vistos sobre salud mental y los sometió a la revisión de psicólogos, psiquiatras y académicos especializados. Entre los temas analizados estaban la ansiedad, la depresión, el trauma, la neurodivergencia y otros trastornos graves. Los resultados fueron preocupantes: 52 de los 100 vídeos evaluados contenían información incorrecta o engañosa, y los contenidos sobre autismo fueron los menos precisos, con solo un 27% de coincidencia con el consenso científico.
Qué prioriza el algoritmo de TikTok
La situación se agrava por el funcionamiento del algoritmo de TikTok. Según The Guardian, el sistema de recomendaciones prioriza el tiempo de visualización y la viralidad por encima de la veracidad del contenido. Esto significa que los videos más llamativos, emotivos o breves suelen ser los más promovidos, independientemente de que estén basados en evidencia científica.
La lógica responde a la economía de la atención, los mensajes simples y emocionales se consumen más rápido y se comparten con mayor frecuencia, mientras que explicaciones detalladas y precisas quedan relegadas.
El impacto de esta desinformación es real. Según la investigación, el 65,5% de los 1.590 millones de usuarios activos de TikTok buscan información sobre salud en la plataforma, y uno de cada cinco confiesa que prefiere consultar TikTok antes que acudir a un profesional de la salud. Esto expone a los usuarios a consejos ineficaces, autoevaluaciones equivocadas y soluciones que pueden empeorar los síntomas o retrasar la búsqueda de ayuda profesional.
Recomendaciones de expertos
Los expertos recomiendan algunas estrategias para detectar contenido confiable: desconfiar de lo que “engancha” demasiado rápido, cuestionar quién da la información y con qué propósito, consultar otras fuentes y evitar autoevaluaciones rápidas. Además, es clave priorizar la orientación de psicólogos, psiquiatras y organizaciones de salud reconocidas frente a consejos virales en redes sociales.
En un mundo donde las redes sociales moldean la forma en que aprendemos sobre nuestra salud, esta investigación de The Guardian sirve como recordatorio de que no todo lo que se comparte es cierto. La salud mental merece información verificada y los usuarios deben ser críticos al consumir contenido online.